Por Tania y Fernando
Desafortunadamente, en el afán de ceñirnos a los ritmos veloces de la vida actual, muchas veces nos negamos el placer del autodescubrimiento y la contemplación del mundo. Ante ese inminente peligro, no debemos pasar por alto todo aquello que nos conduzca hacia las honduras de nuestro ser. De tal suerte, recomendamos los siguientes tres libros, cuyo alcance existencial los hace una joya tanto para niños como para adultos. Esta triada de libros aparece como un elogio de la búsqueda interior. Tienen la virtud de no presentar fórmulas únicas y predecibles y cada uno, a su modo, demanda un ejercicio de imaginación y humildad.
Para empezar con una bocanada de aire fresco les recomendamos El bosque dentro de mí de Adolfo Serra. Un libro de viaje cuyo sendero está trazado entre bandadas de pájaros de tinta, árboles, luciérnagas y un enigmático amigo que acompaña al protagonista en el descubrimiento de su ser más profundo en comunión con la naturaleza.
El camino más largo de Nicolás Arispe relata la historia de Hang Lui, quien, en busca de sabiduría, se interna en el bosque a meditar durante muchas lunas. Cuando cree estar listo regresa con su maestro y éste lo pone a prueba con una gran pregunta. El libro además de gran profundidad en su enseñanza está acompañado de bellísimas ilustraciones.
Por último, les recomendamos El camino que no iba a ninguna parte de Gianni Rodari. Un reconocimiento de la valentía y el amor por el conocimiento. Martín tenía ante sí varios caminos, uno llevaba a la ciudad, otro al mar y el último, según el rumor de voces, no conducía a ninguna parte…sin embargo decidió seguir su intuición.
Pues bien, los tripulantes de esta nave les enviamos cordiales saludos y les deseamos la mejor de las suertes en los misteriosos senderos que se abran a su paso.